Hace unos días me llamaba una amiga para preguntarme que podía preparar que fuera dulce, rápido y que no tuviera que encender el horno y se me ocurrió recomendarle que preparara merengue. Como además se trataba de una fiesta infantil, sin cumpleaños de por medio, creo que el merengue le permitía dar pie a eso que suele ocurrir en verano con el merengue, te mancho la nariz, te unto una oreja y acabamos todos en la piscina (del vecino) muy «merengados». Yo no soy muy partidaria de los juegos y celebraciones basadas en lanzarse comida o bebida, no acabo de entender (sobretodo en los tiempos que corren) y con tanta gente pasando hambre que podamos encontrar divertido desperdiciar tomates, merengues o incluso agua. Pero no seré yo la aguafiestas, así que pongo en modo off mi lado mas concienciado para poner en modo on mi lado más caribeño y contaros como fué el proceso.
Aproveché la ocasión para hacerle un homenaje al merengue merengue, así que os traslado a mi momento cocina en el que la señorita Ele (o sea yo), junto con mi KitchenAid, de la que un día os hablaré y el señor Juan Luis Guerra, nos encerramos en la cocina para bailar esta «travesía». ¡A bailar!
Merengue Merengue
Ingredientes
½ Kg de azúcar
200 ml de agua
¼ l de claras de huevo
Una pizca de sal
3 gr de cremor tártaro
50 gr de azúcar
Preparacíon
Pon el azúcar con el agua a hervir y cuando empiece a hervir pon las claras con el resto de ingredientes a montar.
Cuando el azúcar tenga un punto de hebra fuerte* (110°, si dispones de termómetro) y las claras estén a punto de nieve, añade lentamente un tercio del azúcar. Sigue batiendo mientras el azúcar vuelve al fuego para tomar punto de soplo** , (115°, si dispones de termómetro), entonces añades la mitad del azúcar a las claras.
Pon nuevamente el azúcar al fuego para que coja el punto de bola*** (120°, si dispones de termómetro). Añade a las claras y sigue batiendo hasta que se enfríe un poco.
Saca a un recipiente lo suficientemente ancho para extender el merengue y que termine de enfriar.
* (Punto de hebra fuerte. Cuando, cogiendo una gota de almíbar entre dos dedos y separándolos, queda un filamento entre ambos o cuando al dejar caer una gota con una cuchara, se forma una hebra como de unos 3 ó 4 centímetros de larga.)
** (Punto de soplo. Cuando al meter una espumadera con agujeros gordos y soplamos a través de ellos salen pompa.)
*** (Punto de bola. Un almíbar adquiere punto de bola, cuando al dejar caer una gota de líquido sobre una superficie fría se forma una bolita.)