¿Que tienes ganas de que llegue el verano? ¿Y esas magdalenas caseras recién horneadas con un vaso de leche calentita? mmmmmmmmmmmmmmmm. Pues si, oye, en medio de tanta corrupción, se me han colado estas sencillas y mollositas magdalenas como las que te podrías encontrar en ese típico horno de pueblo. Como me gustan esos hornos, me parecen tan entrañables, con ese inconfundible olor que desprenden a metros de distancia, que te atrae como si te metieran un gancho en la nariz y te arrastraran hasta la misma vitrina en la que reposan esas impresionantes magdalenas….. Sigue leyendo

Taaaaaaaaaaanto ha llovido que la cosecha me está saliendo de maravilla. Yo no entiendo muy bien porqué la gente se queja tanto cuando llueve, que hasta le llama mal tiempo. Que si, que el solete mola y las cosas cuando se mojan se arrugan pero el agua es alegría y si no que se lo pregunten a los que tienen huerto, a los que venden paraguas, a Gene Kelly en «Cantando bajo la lluvia» o a mis flores, que ya se que parecen galletas decoradas, de esas que se hacen en el horno (calentito) , que te dejan la casa con un aroma a vainilla reconfortante, pero no, son flores, de esas de las que «el que siembra recoge» y además tienen una dedicatoria muy especial. Sigue leyendo

Con estas galletas decoradas, hoy quiero hacerle un homenaje a toda una industria casera, El Ganchillo. Ya os he contado en alguna ocasión que además de la repostería, mi otra pasión es el patchwork. Entre las telas y el azúcar es donde realmente disfruto. Cuando descubrí la decoración de estas galletas simulando al ganchillo o rejilla, me quedé prendada. Sigue leyendo