Macarons, esos pastelitos que te trasladan a un salón de té parisino o a una de las boutiques de Pierre Hermé, ¿se están poniendo de moda? Yo no lo se, lo que si que se es que las modas pasan de moda, pero las cosas deliciosas perduran.
Son suaves, son delicados y sobretodo son inspiradores porque aunque los puedes encontrar de multiples colores y sabores (Caramelo, fruta, café, chocolate, frutos secos, especias, salados, etc.) es la receta ideal para dejar correr tu imaginación. Se me ocurren muchos tipos de macarons que no se si combinarían bien, pero todo es cuestión de ponerse manos a la obra. ¿Como suenan macarons de mango, piña, coco, maracuyá, mistela, sangría…? ¡Me entran unas ganas de volverme a meter en la cocina!
En la receta que te traigo hoy no he mencionado ningún molde. No es necesario para que te salgan bien. Yo, en este caso, he utilizado un tapete de silicona de la marca LéKué
Los macarons son el regalo perfecto, que ya los puedes comprar en algunas confiterías, pero ¿no crees que es mucho más placentero y divertido aprender a prepararlos en casa?
Macarons
Ingredientes
200 gr de azúcar glas
100 gr de almendra molida
125 gr de claras de huevo (o 3 huevos)
Una pizca de sal
40 gr de azúcar
Colorante
Para el relleno (crema de mantequilla)
125 gr de mantequilla blanda sin sal
250 gr de azúcar glas tamizado
1 cucharadita de vainilla o limón, o café, o extracto de naranja o agua de rosas
Preparacíon
Pon el azúcar glas y las almendras en el bol del robot de cocina (o batidora eléctrica) y mezcla durante 30 segundos hasta que se mezcle bien. Reserva.
Echa las claras de huevo en una fuente limpia y seca. Añade la sal y bátelas a punto de nieve con las varillas o con la batidora eléctrica.
Sigue batiendo a media potencia mientras agregas el azúcar a cucharadas. Mezcla bien tras cada adición para asegurarte que se incorpora del todo antes de la siguiente cucharada. La mezcla ha de ser compacta, blanca y brillante.
En este punto debes añadir el colorante. Hunde con un palillo en la pasta y remover en la masa, insistiendo hasta que el colorante se reparta bien. Rasca los laterales de la fuente con una espátula de goma.
Con una cuchara grande de metal incorpora la mezcla de azúcar y almendra a las claras de huevo.
El preparado ha de quedar completamente homogéneo y sin grumos; esto puede llevar un minuto. Cuando este listo, debería desprenderse de la cuchara para formar una masa fluida y tersa.
Llena la manga pastelera y con una boquilla de 1 cm forma círculos del mismo tamaño, de unos 5cm de diámetro, en las bandejas del horno forradas con papel de hornear.
Deja reposar 15 minutos como mínimo y 1 hora como máximo, hasta que los macarons se asienten y formen una cáscara seca. No deberían resultar pegajosos o húmedos al tacto.
Hornea los macarons en el medio del horno, precalentado a 170°, durante 10 minutos, una bandeja por vez. La capa superior debería quedar crujiente y la de abajo seca. Deja enfriar en la bandeja del horno
Para el relleno (Crema de mantequilla)
Bate la mantequilla hasta que quede cremosa y blanda. Agregue el azúcar glas poco a poco y batiendo bien para que la crema de mantequilla quede uniforme. Añade el sabor elegido y mezcla hasta unirlo todo. Úsala a temperatura ambiente. Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Ut mattis eros ac risus consectetur sit amet gravida mi porta.
Algunos consejos
Pesa con cuidado los ingredientes, tenlos a temperatura ambiente y pon apunto tu equipo. Recubre bien la bandeja del horno con el papel de hornear o vegetal.
Es más fácil retroceder la manga pastelera justo por encima de la boquilla. Para rellenarla, se mete en el bol abierta por arriba y se vierte la mezcla directamente sin usar cuchara.
Si quieres asegurarte de que las bases de macarons sean iguales, emplea un molde de galletas como guía. Dibuja 20 círculos con el molde sobre el papel vegetal, vuélvelo del revés y deposita la mezcla sobre cada círculo.
No hay dos hornos iguales, así que ajusta bien la temperatura o si no mueve las bandejas a mitad de cocción en caso de que tu horno caliente más por algunos sitios.
Una vez horneados, enfríalos y rellénalos, tapa los macarons y déjalos reposar en el frigorífico o en un lugar fresco durante 30 minutos antes de servir.
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